Hoy pensé que todo cambiaría, desperté con el mejor ánimo del mundo, traté de olvidar todo y comenzar de nuevo. Sabía y tenía fe en que el día iba a ser uno de los que añoraba hace tiempo, son esos días en que todo es "perfecto", te llevas bien con todo el mundo, lo pasas bien y pasas un buen rato con tus cercanos.
Pasaron las horas y algo raro había, algo estaba molestando y llegué a sentirme tan incómoda que empecé a sentir miedo.
Después de un ir y venir de palabras sentí alivio, no sé que fue lo que me dio la tranquilidad, creo que fue el hecho de sentir que no estaban tan mal las cosas como lo imaginé.
Corría el tiempo y lo matábamos conversando, todo iba muy bien –hasta parecía que nada había pasado- pero sí había algo, y nadie lo notaba.
Ya teníamos hambre y las palabras se agotaban, dimos vueltas, reímos y hasta no sentimos un poco “nerds” por los que hacíamos, pero de eso aprendimos y pasamos un buen rato.
Para no sonar tan latera, seré precisa; estaba todo bien “HASTA”. ¿Por qué todo en la vida tiene que tener tantos límites?, ¿por qué siempre las cosas no resultan ser como uno lo espera? Fácil, porque de los errores se aprende, y de las dudas tratamos de encontrar respuestas que sólo uno las tiene, nadie más puede contestar NUESTRAS dudas.
Así de simple, si todo tiene que tener un final, es porque así uno lo quiere, las cosas no terminan, siempre he dicho que el fin de las cosas es la muerte, y que yo sepa aquí no ha muerto nadie.
No espero respuestas, sólo quiero que sepas, CHESTER, que te adoro, iba todo muy bien hoy, iba todo excelente, pero no sé que nos pasó, sé que tengo culpa, la misma que tu tienes. Yo por mezclar mis asuntos familiares con gente que no necesita escuchar mis rabietas y porque he sido una mal agradecida. Y tu, no sé ya que más decir, pensé que había quedado claro, pido disculpas y ofrezco disculpas, si te llamo es porque no quiero que nada “muera”, si te busco es porque te quiero y si soy sincera es para mejor, a todos les molesta un poco de sinceridad, lo sé, hasta a mi me molesta, pero lo rato de entender, y sé que lo dicen y lo hacen con la mejor intención del mundo.
En fin, no quiero hacerle daño a nadie, y sé que no lo he hecho, tampoco quiero ser el “ángel” que cava su propia tumba, es mucho para mí ser un “ángel”, sólo soy la Romina Vidal Andrade que quiere, agradece y se entrega a sus amigos sin esperar nada de ellos.
De verdad, gracias, y aquí nada ni nadie ha muerto, sólo son “gases del orificio” que tienen que salir de vez en cuándo para fortalecer lo que se está derrumbando, sin más que decir, sólo un te quiero, AdeUC
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Te agradezco cada palabra que escribiste. Ya lo hablamos los dos. Espero que esta amistad que tenemos no se rompa tan facilmente, como te dije, de eso me encargaré yo. Simplemente, te quiero!.
ChaUC
Publicar un comentario