Después del impactante suceso del “Wena Naty”
Sexo: el nuevo juego de los pre-adolescente
Sexo: el nuevo juego de los pre-adolescente
Familias chilenas deben cumplir un rol fundamental al momento de enseñar a sus hijos, pero a pesar de estar en una época en donde la mentalidad parece estar más abierta, resulta imposible hablar sobre el tema. Los menores se educan por otros medios y ponen a práctica lo aprendido sin temor a las consecuencias.
Sexo, una palabra que a simple vista -para muchos adultos- es conocida, no temen a hablar del tema con sus pares, lo comentan sin miedo y con una sabiduría única. Cuando están entre amigos todos saben de sexo y hasta comienzan las competencias por quien ha hecho más cosas con su pareja o quien ha tenido más experiencias con diferentes personas.
El asunto toma un vuelco diferente cuando se intenta hablar de sexo con los hijos o bien con cualquier menor de edad. Es en este momento cuando los padres deben tomar un rol diferente y comenzar a ser educadores; el hecho resulta difícil ya que aún en la actualidad, cuando las cosas han cambiado y se tiene mayor acceso a la información, hablar de sexualidad sigue siendo un tema tabú difícil de manejar.
Las familias chilenas deben tener una instancia que sirva para guiar a los pre-adolescentes ante el largo camino de la sexualidad que les espera. Día a día se ven bombardeados con publicidades que apelan al sexo: desde las propagandas de papel higiénico hasta los comerciales que promocionan autos.
Tanto en la radio como en la televisión se entrega información sobre hechos relacionados con sexo: violaciones, abusos de menores, embarazos no deseados, etc. Son estas situaciones las que conllevan a que los menores creen una imagen pseudo temerosa y a veces confusa ante el sexo. Pueden llegar a conocer que es, pero no como practicarlo o con quien practicarlo, con el tiempo y a medida que lo van conociendo lo toman como un juego y no con la debida seriedad que merece el tema.
La Internet es un factor – hoy - netamente importante en este tema, muchas son las posibilidades que tienen los menores de acceder a páginas pornográficas, la gran mayoría no cobra por ver su contenido y si bien no educan, los jóvenes aprenden de igual manera. En los resultados de las encuestas realizadas por diferentes universidades chilenas, cerca de un 30% de los menores consultados, dice visitar diariamente páginas que contienen material pornográfico.
Desde los 12 años aproximadamente, cuando ya conocen sus órganos sexuales, han probado con la masturbación y han definido su sexualidad llega para ellos la hora de conocer nuevas cosas. Es en esta etapa de su vida cuando las cosas se tornan complicadas y comienzan a experimentar con diferentes personas lo que es la sexualidad poniendo en riesgo su integridad física sin precaución alguna.
Si bien existen métodos anticonceptivos que impiden muchas enfermedades de transmisión sexual, no todas son el cien por ciento eficaces y más aún, no todos los menores saben como utilizarlos ya que no hay nadie quien se de el tiempo para educarlos, ni menos existen instancias o lugares específicos dedicados a entregar información necesaria a los pre-adolescentes para cuando quieran usar condones, pastillas, parches o inyecciones anticonceptivas.
Según Mónica Inostroza, enfermera de la Cruz Roja de Villa Alemana, los menores de edad sólo van a buscar los preservativos y no hacen preguntas de cómo utilizarlos. “Los niños que viene a buscar condones son cada vez más chicos, una se sorprende porque antes sólo venían jóvenes de 18 años hacia arriba, ahora hasta las niñitas vienen con uniforme del colegio a buscar pastillas o preservativos”.
Esta situación se puede apreciar en la mayoría de estos centros de atención como lo es la Cruz Roja o bien postas municipales, quienes tienen la autorización para entregar gratuitamente cualquiera de estos métodos anticonceptivos. El error está en que no existe ningún tipo de regulación que controle las edades que deben tener los jóvenes que hacen uso de condones o pastillas.
De esta forma los pre-adolescentes comienzan a sentir una libertad para hacer las cosas que ellos estimen convenientes, no se preocupan de las enfermedades de transmisión sexual, no se preocupan del embarazo, no se preocupan de lo que pueda pasar más adelante si no se ponen límites a lo que hacen a esta edad.
“Los adolescentes sienten curiosidad por conocer lo que el mundo les muestra, sienten que tienen toda la libertad para hacerlo, no lo comentan con sus padres por temor a perder la confianza… Primero prueban entre amigos y luego que se desenvuelven socialmente comienzan a experimentar otras cosas”, comenta Lester Salas, Psicólogo especialista en el comportamiento infantil y adolescente.
Hoy en día, las niñas más osadas son las que llaman la atención por la cantidad de cosas que hacen, ya no sólo masturbarse las deja satisfechas, incluyeron también en sus vidas sexuales el sexo oral y hasta también el sexo anal. Todo esto con el fin de no quedar embarazadas. A las jovencitas se les hace más cómodo y fácil el hecho de que no haya una penetración, se sienten más seguras y no temen por las consecuencias que trae consigo la práctica de un sexo poco seguro.
Uno de los ejemplos más notables, y no por ello el mejor, es el de la ya conocida “Wena Naty”, una menor de 14 años que cursa primero medio en el Colegio De La Salle, ubicado en la comuna de la Reina en Santiago. Esta adolescente causó polémica por grabar un video aficionado en donde se muestra su imagen teniendo sexo oral con un compañero de curso. Son imágenes impactantes que dejan en alerta una situación grave que afecta a los pre-adolescentes.
La edad más crítica en la etapa de la sexualidad son los 14 años, a esta edad los menores ya han tenido más de algún roce con personas del sexo opuesto, a este flirteo ellos lo llaman “atinar”, que quiere decir tener tocaciones de todo tipo y no necesariamente tener alguna relación sentimental de por medio, la situación se puede dar en una fiesta o bien en el lugar que se sientan más cómodos.
En la actualidad, esto de “atinar” sobrepasa lo que está de moda hoy en día que es lo que muchos escolares reconocen como “poncear”, no tiene una definición exacta, pero siguiendo las indicaciones de los menores, es la forma más fácil de captar gente en alguna fiesta sólo con besos. Pueden llegar a ser muchos en una sola noche, y se puede tomar como el principio que conlleva a “atinar” y esto es la antesala de la relación sexual, ya que el aumento de la excitación inhibe el autocontrol.
Si bien antiguamente eran los hombres quienes tomaban más en cuenta el tema del sexo, hoy en día las mujeres son quienes llevan el liderazgo en las encuestas. Cerca de un 90% de las pre-adolescentes entre 12 a 15 años ya han tenido a lo menos una vez algún tipo de relación sexual, en cambio los hombres, comienzan su actividad sexual a los 14 o 15 años.
Estas diferencias, sin embargo, dejan mucho que desear de los menores quienes la mayoría de las veces son vistos como el futuro de Chile. Si bien este tipo de casos se aprecia más en los sectores de clase social C3 o D, es un tema en el cual hay que poner toda la atención y se debe tener especial dedicación en educarlos.
Son pocas las circunstancias en que este tipo de actos sexuales en pre-adolescentes afecte a la población de clase alta o media, pero no por este motivo dejaremos de lado a la gran población de menores del país. Es necesario que en los hogares se creen instancias exclusivas para hablar sobre el tema, y para tener mejores resultados, los padres deben tener una confianza única con sus hijos, de esta manera se podrán evitar los bochornosos videos como el ya nombrado “wena Naty”.
ROn-.
